Os dejo con la reflexión sobre la 4ª lección del Curso.

Puedes leer esta 4ª lección en este enlace: Libro de Ejercicios UCDM

LECCIÓN 4

ESTOS PENSAMIENTOS NO SIGNIFICAN NADA. SON COMO LAS COSAS QUE VEO EN ESTA HABITACIÓN [EN ESTA CALLE, DESDE ESTA VENTANA, EN ESTE LUGAR].

Las tres primeras lecciones del libro de ejercicio sobre las que ya hemos escrito nos hablan de la percepción:

1. Nada de lo que veo significa nada;
2. Le he dado a todo lo que veo todo el significado que tiene para mí;
3. No entiendo nada de lo que veo.

Percepción es significado.

En el Curso se nos enseña que hay dos tipos de percepción que responden a dos sistema de pensamiento.

La percepción errónea o fragmentada, que procede del sistema de pensamiento del ego, y la percepción recta o santa, que procede del sistema de pensamiento del Espíritu Santo.

A ese cambio de percepción del sistema de pensamiento del ego al sistema de pensamiento del Espíritu Santo es a lo que el Curso denomina milagro.

Así que un milagro es un cambio en la mente, no en las circunstancias o el comportamiento.

Es el resultado de elegir a Jesús, al E.S como tu maestro.

Y es a ese cambio de percepción al que van enfocadas las lecciones del libro de ejercicios.

Su propósito es entrenar nuestra mente en una nueva forma de pensar, entrenar nuestra mente para los milagros, para ser «obradores de milagros«.

Esa es nuestra función y el entrenamiento del Curso nos permite ir paso a paso, de la mano de Jesús, a reconocer que tenemos otra opción, que podemos elegir porque somos mente entre la mentalidad errada del ego y la mentalidad recta del E.S.

Todas las lecciones del libro de ejercicio y estas primeras de manera sencilla nos recuerdan esa elección.

Por defecto ya hemos elegido la mentalidad del ego, ya hemos elegido el miedo como compañero de viaje, de ahí que para poder «elegir de nuevo«, que es la invitación de Jesús en el Curso, tengamos primero que darnos cuenta de que «ya hemos elegido al ego«, y que no nos gusta como nos sentimos, la motivación para elegir un nuevo maestro.

Ya hemos elegido el mundo de lo específico, de las diferencias, de ahí que se nos pida que nos centremos en la concreto, las cosas que vemos, para luego ir de lo específico a lo genérico:

nada de lo que veo significa nada.

Todo lo que percibimos es lo mismo, no hay diferencia entre un objeto u otro, entre una persona u otra, entre una situación u otra, todo es una proyección de nuestra mente egoica.

El entrenamiento nos lleva de lo «diferente«, la forma, a lo «igual«, el contenido.

El contenido de todo el sistema de pensamiento del ego es pecado/culpa/miedo, el contenido de todo el sistema de pensamiento del E.S es impecabilidad/inocencia/amor.

En esta 4ª lección se nos introduce el concepto de «pensamiento» y se nos pide una práctica que será constante durante todo el entrenamiento: observar nuestra mente.

Todo el entrenamiento del Curso consiste en mantenernos vigilantes de nuestra mente, de nuestros pensamientos.

Hay varias secciones en el Curso donde Jesús hace hincapié en la importancia de «estar alerta» contra las creeencias que no son ciertas, y «vigilar nuestra mente contra las tentaciones del ego, y no dejarnos engañar por él«. (T-4.IV.6:1)

«Vigila tu mente con sumo cuidado contra cualquier creencia que se interponga en el logro de tu objetivo (la paz), y recházala.» (T-4.IV.8:5)

Estamos iniciando este año de entrenamiento y empezamos a prestar atención al contenido de nuestra mente: «Da comienzo a estas sesiones de práctica observando los pensamientos que crucen tu mente durante un minuto más o menos. Luego aplícales la idea«.

Los pensamientos que cruzan nuestra mente, y de los cuales no somos conscientes en su mayoría, son los responsables de nuestro sentir, y por lo tanto de nuestra experiencia.

Son estos pensamientos los que colorean nuestra vida y dictan nuestro comportamiento.

El objetivo de esta lección es que empecemos a llevar la atención a la verdadera causa de nuestra experiencia, que no es el mundo, o las circunstancias de tu vida, o el comportamiento de alguien, ni el tuyo propio.

La causa es la mente, es el sistema de pensamiento que estamos eligiendo escuchar, el dial que hemos elegido sintonizar.

Una consideración importante que se introduce en esta lección es que no hay pensamientos «buenos» o «malos».

«Bueno» o «malo» es simplemente un juicio y el único juicio que nos interesa es el del E.S: no significan nada.

Tanto los pensamientos que consideramos «buenos», como los que consideramos «malos» responden al mismo propósito, el propósito del ego que es mantenernos en la ilusión de diferencias, centrados en la forma, negando el contenido.

Su propósito es mantenernos en la ilusión de que somos un cuerpo, negando nuestra divinidad, nuestra santidad.

Estas últimas semanas he observado que a mi mente acudían pensamientos relacionados con la apariencia física, la belleza, la juventud, el sentirse atractivo o ser percibido como alguien «que gusta».

Mi mente me llevaba una y otra vez a estar pendiente de lo que me pongo, de como me peino, de aspectos relacionados con el cuerpo y su apariencia.

Ayer volviendo en tren de Asturias pusieron una película relacionada con este tema: ¡Que guapa soy!

No la había visto y sentí el verla lo cual resultó no solo una experiencia muy divertida, sino muy sanadora.

En esta película la protagonista se siente poco atractiva y su sueño, su deseo, aquello que cree que le aportará felicidad es ser guapa.

Su mente se encuentra absorbida por pensamientos que podríamos definir como «malos»: pensamientos de ataque, de falta de valía, de enfado, de comparación, de inseguridad.

Acude a un gimnasio y tiene una caída que le supone un golpe en la cabeza.

A partir de ese momento su percepción de su cuerpo cambia, aunque su apariencia física sigue siendo la misma, su visión distorsionada hace que se vea atractiva y empieza a tener pensamientos que podríamos calificar de «buenos»: seguridad, confianza, valentía, superioridad, autoestima.

Es interesante ver como el mundo refleja su propia percepción de si misma porque «el mundo es una imagen externa de una condición interna«.

Pero, tanto los pensamientos «malos», como los «buenos» están basados en su cuerpo en algo variable.

No están basados en lo que realmente es, mente, sino en lo que cree ser, un cuerpo, guapo o feo, pero igualmente ilusorio.

El cambio de mentalidad que el Curso nos propone no es de pensamientos «negativos» a «positivos», no es pensar en positivo.

El cambio de mentalidad que el Curso nos propone es de la mentalidad errada del ego a la mentalidad recta del E.S.

Es aprender a pensar como Jesús a lo que este entrenamiento nos conduce.

A darnos cuenta de que compartimos la misma mente que Jesús porque somos el mismo Ser.

Así que al aplicar la idea de hoy a los pensamientos que crucen nuestra mente se nos insta a no hacer distinciones entre pensamientos «buenos» o «malos», a que los tratemos a todos por igual porque «no nos interesan ni unos ni otros«.

Al empezar a prestar atención a tu mente verás que todos los pensamientos están relacionados con el cuerpo, el tuyo o el de otro, con el mundo o con tus circunstancias.

Son pensamientos específicos porque hacen referencia a algo concreto.

Son pensamientos que piensas sin Dios porque los pensamientos que piensas con Dios tienen que reflejar Sus atributos.

Dios no es algo concreto, no tiene forma.

Es pura abstracción, y los pensamientos que piensas con Él reflejan esta abstracción.

Lo único que tiene significado es Dios y lo que procede de Dios, y los pensamientos específicos ya sean «buenos» o «malos» no forman parte de Dios por lo que no tienen significado:

no significan nada.

Dice esta lección: «Nuestra meta es entrenarte en los primeros pasos hacia el objetivo de poder separar lo que no tiene significado de lo que sí«. Luego prosigue: «Lo que carece de significado se encuentra fuera de ti y lo significativo dentro«.

Lo significativo son los pensamientos del E.S en nuestra mente ya que el E.S es el vínculo entre Dios y Su Hijo.

Es la memoria del Amor, de Dios, en nuestra mente dividida.

Al elegir al E.S como nuestro maestro estamos eligiendo recordar a Dios, recordar el Amor, en lugar de seguir oscureciendo Su Presencia en nuestra mente.

Estamos eligiendo la verdad por encima de las ilusiones.

Estamos empezando a distinguir entre el resultado de elegir el sistema de pensamiento del ego, que siempre conduce a una experiencia de dolor, sufrimiento e infelicidad, del de elegir el sistema de pensamiento del E.S, que siempre conduce a una experiencia de felicidad, dicha y paz.

Hoy continuamos nuestro entrenamiento tomándonos el tiempo para aquietarnos y observar nuestra mente durante un minuto más o menos, estando dispuestos a aplicar la idea de hoy a cualquier pensamiento que cruce nuestra mente en ese instante sin hacer distinciones.

Este pensamiento acerca de ____________ no significa nada. Es como las cosas que veo en esta habitación, [en esta calle, etc.]

Que la quietud del Cielo envuelva hoy tu corazón.

Feliz día. ❤

Te dejo con el trailer de la película a la que hago referencia en esta entrada por si te apetece verla. Que la disfrutes.

PD: Puedes escuchar esta reflexión en nuestro canal de Ivoox:
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