Enseña sólo Amor pues eso es lo que Eres. UCDM
Bienvenido a esta página de El Camino de los Milagros.
Soy Iciar Piera, la creadora de este espacio que espero disfrutes.

Esta página es el resultado de mi propio camino de sanación.
Soy lo que se denomina una «buscadora». Desde muy jovencita y probablemente motivado por ciertas experiencias de mi vida, me he estado haciendo preguntas. Estas preguntas me llevaron a leer un gran número de libros de crecimiento personal y espiritualidad, y a realizar un gran número de talleres con los mejores formadores. Y es cierto que con cada libro o cada nuevo curso tenía la sensación de avanzar un pasito…pero siempre intuía que había algo, de lo cual no era consciente, que tiraba de mi hacia abajo, privándome de mi bienestar y felicidad.
Recuerdo que desde pequeña siempre he tenido un sentimiento de tristeza profunda que me ha acompañado durante buena parte de mi vida.
A pesar de que me encontraba bien y contenta con mi vida, ese sentimiento estaba presente en el momento de levantarme como un compañero persistente.
Ese sentimiento está en el origen de mi interés por todo lo relacionado con el bienestar y el comportamiento humano. Por entender quienes somos más allá de este cuerpo físico que «vestimos» en este viaje que es la vida.
Mi búsqueda, motivada por el dolor como en la mayoría de las personas, empezó a través del desarrollo personal y concretamente del coaching, actividad que ejercí durante aproximadamente diez años.
Fue un gran campo de experimentación para mi y también el escenario ideal para sacar a la luz todas mis inseguridades y dudas.
Si soy honesta conmigo misma nunca me sentí del todo cómoda con los postulados del coaching, siempre tenía la intuición de que «faltaba algo»…
Como coach acompañaba a las personas en la búsqueda e identificación de aquello que deseaban fuese diferente en sus vidas sobretodo en el campo de la carrera profesional.
Esa había sido también mi búsqueda desde que empecé como consultor en empresas internacionales hasta que decidí dar el salto, sin red, y tomarme un año sabático para determinar que quería hacer con mi vida.
En ese año el coaching llegó a mi vida.
Una de las sensaciones que más me acompañaron durante ese tiempo de coaching era la sensación de ser un «fraude». ¿Cómo podía acompañar a alguien hacia su vida ideal si la mía estaba llena de sufrimiento emocional y dolor? ¿Cómo podía ayudarles a identificar lo que querían si yo no lo sabía con claridad?
Esa sensación interna de «falta de valía», unida a la tristeza profunda, y la sensación de no pertenencia a este mundo hacían que me levantase prácticamente todos los días con la sensación de no querer salir de la cama.
No le encontraba ningún propósito o sentido a estar aquí. No era capaz de ver más allá de mi propio dolor y sufrimiento emocional.
Ese dolor emocional, que no entendía, hacia que me fuese aislando más y más de todas las personas, lo que acrecentaba mi sensación de vacío y soledad.
¡No supe hacerlo mejor!
Por ese tiempo empecé a interesarme por la liberación emocional a través de diferentes herramientas como: El Código de la Emoción, El Método Sedona y El proceso de la Presencia.
Todas ellas me ayudaron a empezar a deshacer el nudo que sentía muy profundo en la zona del pecho, y que me impedía en ocasiones respirar.
Cada liberación sacaba a la luz todas aquellas emociones que había sepultado por miedo a sentir, abriéndome a la vida poco a poco.
Durante todo este tiempo el Curso de Milagros aparecía de vez en cuando, pero nunca me animaba a cogerlo.
Un día recuerdo que me levanté especialmente mal, me sentía tan deprimida que salí a dar una vuelta.
En mi paseo solía pasar por delante de una librería y raro era el día que no entraba a echar una ojeada a las novedades.
Ese día el Curso estaba en la mesa de novedades, donde curiosamente no lo he vuelto a ver, y me sentí inclinada a cogerlo. Lo abrí por una página al azar, algo que me gusta hacer con algunos libros. A modo de oráculo.
Recuerdo que lo abrí por la lección 128:
El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
¡Yo me sentía así!
Luego leí la lección 129:
Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
¡Vaya, parece que hay otra opción!
Fue como si alguien me hablase al oído y me dijese: Este es tu camino.
Mientras lo leía se me formaba un nudo en la garganta.
Ese mismo día me llevé el libro para mi casa y empecé a estudiarlo.
Desde entonces tanto el Curso de Milagros se ha convertido en mi Camino con Corazón.
Desde siempre me he sentido guiada hacia Jesús.
En mis momentos de desesperación siempre me dirigia a Él, siempre lo he sentido como un compañero amoroso que está conmigo.
Así que empecé a desarrollar el hábito de sentarme cuando no me encontraba bien y establecer un diálogo con Él.
Esa ha sido mi práctica durante mucho tiempo.
Es algo que describo en esta entrada del blog: JOURNALING
Sigue siendo mi guía.
Mi maestro.
Ese refugio adonde acudir.
Como me gusta escribir, y compartir, empecé con un blog durante mi etapa como coach, y luego seguí.
Es algo que disfruto, y también es mi escenario de perdón.
Poco a poco empecé a ir compartiendo eso que guardaba en mis cuadernos para mi misma por miedo a «que pensaría la gente» si leyesen lo que escribía.
Es, y sigue siendo un espacio de apertura, de abrirme a la confianza, de permitirme ser guiada.
Así nacieron los Talleres de los Milagros.
Y luego el Reto de los 90 días.
Siempre empezaba siendo algo para mí misma, y luego sentía que tenía que compartirlo (no sin resistencias 😉 ).
Ahora se que lo que en el fondo le «faltaba» a mi vida era Yo.
No ese «yo» que creemos ser.
No.
Recuperar esa alegría interna, esa felicidad sin motivo aparente.
Esa paz, y ese centro tranquilo que siempre estuvieron ahí, esperando a que me volviese hacia ellos.
Cuando empecé con el Curso fue como volver a algo que tenía olvidado, mi sensación fue la de conectar con algo importante para mí.
Esa es la razón de que haya decidido abrir esta página de El Camino de los Milagros.
Una nueva aventura que no se muy bien a donde me llevará.
El escenario perfecto para seguir perdonando y confiando.
Si quieres formar parte de ella eres bienvenido.
Espero que disfrutes de tu visita. ❤
