La única responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo. UCDM

A veces la gente me pregunta acerca de sentirse ansioso y temeroso cuando se sienten desalineados, y no saben de qué se desalinearon. Estaban teniendo un día feliz cuando de repente las nubes se ennegrecieron y el día feliz desapareció de la vista.

El Curso enseña: «Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede como lo pedí«. T-21.II.2. Eso está muy bien. Es desprenderse de la victimización. Tú quieres llegar al punto en donde puedas reclamar el control de Cristo en tu mente en vez del control del ego de la misma. Reclamar tu herencia, y eso significa pensar con Cristo y pensar con Dios.

Hay dos categorías de errores que los estudiantes hacen frecuentemente. La primera categoría es de errores metafísicos. Un ejemplo de un error metafísico es la creencia que estás en el mundo, cuando en verdad estás en casa en el Cielo, y el mundo es el sueño de tu lugar de exilio. Te lo has inventado, y has olvidado que lo hiciste.

Por ejemplo, cuando haces la lección 48: «No hay nada que temer«, tú posiblemente pensarás: «Tengo un pago pendiente de mi hipoteca este viernes. Cielos, ¿cuánto dinero hay en mi cuenta bancaria?». Te das cuenta de que hay ciertos miedos que comienzan a emerger, y tienes que ver qué son. Ahí es cuando la metafísica puede ayudarte. Cuando te metes en un aprieto real, cada vez que empiezas a sentir miedo, celos, enojo, envidia o enfado, es bueno tener en mente estas lecciones del libro de ejercicios para sacarte de allí. Yo lo llamo 5, 6, 7 y 8.

5. Nunca estoy disgustado por la razón que creo.

6. Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.

7. Sólo veo el pasado.

8. Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

Cuando los pones juntos en una relación de causa- efecto, te dices a ti mismo: Oh, estoy molesto porque mi mente está preocupada con pensamientos del pasado. Estoy viviendo en el pasado y todavía repito ese instante de terror, el instante profano en que la separación pareció ocurrir. Simplemente lo estoy reproduciendo aquí y el ego está proyectando un escenario para que pueda apuntar con el dedo y decir: «Oh, estoy molesto porque no tengo el pago hipotecario y podría perder mi casa».

Este tipo de cosas parecen ser muy reales en este mundo. Por eso necesitas las lecciones 5, 6, 7 y 8 – para liberar a la mente de esta relación falsa de causa-efecto de pensar que el mundo te lo está haciendo, y que estás a merced del mundo (o de las decisiones de los demás).

Pareciera que estás a merced del sueño, pero no es así.

La segunda categoría de errores es errores de transferencia de entrenamiento. Esos errores ocurren cuando haces excepciones, cuando practicas las lecciones, y el ego quiere hacer excepciones por cualquier motivo.

Un ejemplo de esta excepción: Comienzas haciendo la lección 1: «Nada de lo que veo significa nada. Mira ahora lentamente a tu alrededor, y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas: Esa mesa no significa nada. Esa silla no significa nada….«. A veces cuando se llega a un cierto objeto, posiblemente una fotografía de tu madre, dices: «Voy a saltarme eso». Esa es una excepción. Acabas de hacer una excepción. Jesús dice que donde sea que mires, no significa nada. Es una práctica para des-hacer el especialismo de pensar que hay ciertas imágenes de este mundo que son más importantes que otras. La gente dice: «Puedo perdonar a las cucarachas, ¿pero a mi madre?¿Sabes lo que me hizo?». Aquí es donde hablamos de la transferencia de entrenamiento.

Ken Wapnick relató una gran historia hace unos años. Una vez visitó una iglesia para hablar de metafísica. Las monjas estaban estudiando el Curso y practicando la lección 1, dejando que sus ojos se desplazasen por todo el santuario, «Estos bancos no significan nada, estas vidrieras no significan nada,…». Pero cuando llegaron a la Eucaristía dijeron: «Por supuesto nos vamos a saltar esto. No podemos decir que el cuerpo de Cristo no significa nada». Pero Jesús realmente dice en el Curso que Él no puede compartir su cuerpo contigo, Él únicamente puede compartir su mente. Diría que ver la falta de significado del cuerpo es una buena aplicación del Curso; hazlo también con la Eucaristía. Cuando has sido criado en un sistema que ve el cuerpo como sagrado, se necesita deshacer la creencia de que hay algo sagrado en la forma. Todo en la forma es parte de la lección de perdón.

Un error metafísico es tratar de espiritualizar la materia, tratar de tomar algo en la forma y hacerlo especial o espiritual. Los católicos creen en el bautismo en agua santa; agua bendecida por un sacerdote. Es un error metafísico tratar de hacer algo sagrado al nivel de la forma cuando sólo tu mente es sagrada. El ego quiere que creas que hay ciertas cosas que son sagradas en la forma, de modo que te aferres a ellas.

Otro error resulta cuando ves algo en la forma como causante. Las imágenes son efectos irreales de una causa irreal, el ego. El Curso enseña que Dios no creo este mundo. Dios crea en Espíritu. Jesús está diciendo que la imagen del cosmos es una imagen forjada, dibujada como un velo sobre el rostro de Cristo para cubrir la Luz. He tenido tres experiencias en mi vida cuando la «tridimensionalidad» se colapsó y una luz refulgente comenzó a resplandecer, casi como cuando en un cine la cinta se quema y la luz simplemente pasa y todo se enciende en un destello de luz. El mundo perceptual es solo un pequeño y delgado velo; no hay nada sólido en absoluto. Pero cuando crees en el ego, las montañas parecen sólidas. Jesús dice: «Tú (…) que crees ser cuerdo y caminar por tierra firme«, T-23.II.13 y desde la perspectiva del ego del cuerpo, el suelo parece ser sólido. Tienes que ser muy exhaustivo al darte cuenta de que tu mente es causativa, que el mundo está hecho de imágenes irreales provenientes de una causa irreal. Eso es lo que el ego es. Y esa es la imagen que debe ser liberada y perdonada.

Hay una Causa real – Dios. Dios es el Creador. El Creador primario, Dios tiene habilidad creativa, y de la misma manera, Cristo. Cristo es un co-creador porque Él puede crear en Espíritu, sus creaciones son puro Espíritu. Cristo no es el hacedor de imágenes.

El ego es muy astuto. Trata de crear controversias para que pierdas tu paz mental y comiences a tomar bandos. Pon atención a esto, si te escuchas a ti mismo decir o pensar: «En mi humilde opinión…», detente ahí mismo. ¡No hay opiniones humildes! Si tienes alguna opinión, no hay verdadera humildad en ella.

La Expiación es el conocimiento de que la separación nunca ocurrió. Un estado de mentalidad milagrosa es un estado de no-juicio, y de simplemente ver lo falso como falso. Tus ojos aún te informan de un mundo y no tienes que negar lo que los ojos del cuerpo parecen ver. Jesús dice: «Practiquemos con lo que tus ojos parecen ver. No te asustes por lo que pareces percibir. Trabajaremos con tu mente. La proyección da lugar a la percepción. Aprenderemos a renunciar a los pensamientos de ataque«.

Cuando renuncias a estos pensamientos de ataque, no queda nada que proyectar. No queda culpa en la mente, y por lo tanto ves al mundo de manera diferente. El Espíritu Santo te muestra un mundo perdonado.

Regresemos a la enseñanza simple de las lecciones del Curso por donde comenzamos: No espiritualices la materia. Cada vez que te disgustes, aplica las lecciones 5, 6, 7 y 8: Nunca estoy disgustado por la razón que creo; Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí; Sólo veo el pasado, pero es únicamente porque mi mente está absorbida por pensamientos del pasado.

Fuente: Despertando a través de Un Curso de Milagros, David Hoffmeister.

La única responsabilidad de cada uno de nosotros como obradores de milagros es aceptar la Expiación, eso quiere decir aceptar que la separación nunca sucedió. Para ellos necesitamos ser conscientes de las lecciones de perdón que se nos presentan a cada instante y no dejarnos tentar por el ego y buscar la causa de nuestro sentir en las acciones de los demás o en causas externas a la mente.

En una entrada anterior introdujimos el concepto de «no disparar al mensajero«. Ese mensajero puede ser una sentencia controvertida, por ejemplo, que hace que toda la ira que mantenías oculta salga a la superficie.

Nuestra tarea como obradores de milagros es ser conscientes de esas lecciones y no dejarnos arrastrar por los cantos del ego de victimas inocentes y culpables. Prestar atención a nuestros pensamientos, a nuestro sentir y ser consistentes a la hora de aplicar la metafísica del Curso, sin excepciones, como se explica en este texto de David Hoffmeister. Eso quiere decir tener la voluntad de ver algo diferente, de cuestionar mi punto de vista y ser honesto a la hora de sacar a la luz mi resistencia a perdonar, a sanar, a dejarme enseñar.

Si empezamos a prestar atención nos daremos cuenta de que siempre parece que surge algo, externo y aparentemente al azar, alguna noticia o suceso, que hace que perdamos nuestra paz. Ahora es el asesinato de un niño, luego la dimisión de una ministra y después una sentencia controvertida. Sucesos que parece que suceden al azar pero que siguen un guión, el del ego, muy concienzudo donde el propósito es que sigas considerándote una victima, ya sea por tu condición física, o mental, por el color de la piel o por tu género o inclinación sexual, por tus creencias religiosas, o por tu lugar de nacimiento. Por los colores que defiendes en el fútbol o incluso por el maestro al que sigues o la versión del Curso que estudias. Mientras sigas pensando que eres una víctima estás en manos del ego y el miedo seguirá agarrado a tus entrañas.

Si eres una víctima no puedes ser Espiritu, y tu individualidad, tu especialismo sigue en pie. 😉

Hay un propósito detrás de esos aparentes sucesos fortuitos que parecen robarte tu paz, ese propósito es negar tu santidad, negar todo lo que Jesús te enseña en el Curso, demostrar que tú, el ego, tienes razón para estar enfadado, o triste, o desanimado, o temeroso; y estás justificado en tu deseo de atacar, juzgar y condenar.

No te sigas engañando a ti mismo. 🙂

Si quieres ser libre tendrás que aprender a liberar en tu mente a todo aquello que mantienes cautivo de un sistema de pensamiento de pecado, culpa y miedo.

Estar dispuesto a llevar a cabo tu función es como Jesús nos recuerda en el Curso, cuestión de motivación.

El conocimiento no es la motivación para aprender este curso. La paz lo es. UCDM

La paz es por lo tanto la motivación para aprender este Curso.

¿Cuan motivado te encuentras para permitir que se te enseñe que todo suceso, toda situación que parece alterar tu paz no significa nada? ¿Que no hay causa en el mundo y que son sólo tus resentimientos, pensamientos del pasado la causa de tu sentir? ¿Qué es tu decisión ser infeliz o tener miedo?

¿Hasta cuando quieres seguir retrasando el feliz retorno a tu hogar? ¿A la paz y la felicidad que brotan de llevar a cabo tu función? ¿De elegir el milagro en lugar de los resentimientos? ¿De ver toda situación como una lección de perdón?

¿De abandonar la pequeñez y retornar a la Grandeza?

Lo que me encanta del Curso es que puede que hace un instante haya elegido el conflicto, me haya dejado tentar por el ego y haya juzgado o culpabilizado a algo o alguien de mi experiencia, en este mismo instante puedo rectificar, estar dispuesto a estar equivocado y elegir de nuevo, puedo elegir un nuevo maestro y retornar a la paz.

En esos casos siempre escucho en mi mente a Jesús: «no te juzgues, yo no lo hago«. 😉

La puerta de la sanación es una puerta que siempre está abierta y disponible. No hay requisitos para atravesarla, Jesús no pone condiciones.

Él te invita a unirte a Él a cada instante y a compartir su percepción que no ve diferencias porque «nada de lo que veo significa nada«. Todo es la misma ilusión.

Gracias por tu voluntad de sanar.

Gracias por llevar a cabo tu función.

Gracias por ser un obrador de milagros.

Gracias porque cuando tu te sanas, todos nos sanamos contigo.

Se amable contigo, estás desaprendiendo lo que te has enseñado a ti mismo y que no te ha hecho feliz.

Todos somos aprendices.

Que la quietud del Cielo envuelva hoy tu corazón.

Feliz día. ❤

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