Os dejo con la reflexión sobre la 21ª lección del Curso.

Puedes leer esta 21ª lección en este enlace: Libro de Ejercicios UCDM

LECCIÓN 21

ESTOY DECIDIDO A VER LAS COSAS DE OTRA MANERA.

Esta lección es una continuación de la anterior donde además de aplicar la idea a cualquier situación específica que suceda, se nos pide 5 sesiones de búsqueda mental, de un minuto cada una de ellas.

La lección dice: “estoy decidido”, es decir que estoy tomando una decisión.

Esa decisión es ver, es percibir, todo y a todos de otra manera.

Es lo mismo que decir estoy decidido, o estoy dispuesto, que es otra forma que se utiliza en el Curso, a estar equivocado acerca de mis percepciones.

Y lo estoy porque mis percepciones no me han hecho feliz, no me han aportado paz.

Así que estoy decidido a ver las cosas de otra manera porque estoy decidido a ser feliz, estoy decidido a dejar de sufrir.

Al elegir practicar con la lección de hoy cuando la situación lo requiera, lo que estoy haciendo es eligiendo en contra de mi decisión anterior a favor del ego y su sistema de pensamiento de miedo, culpa y ataque.

Estoy siendo consciente de adonde me ha llevado esa decisión, y reconociendo que no es así como me quiero sentir.

Y ahora sé que hay otra opción.

Hay otra manera de ver.

No tengo porque permanecer en ese estado mental y emocional de miedo más de lo necesario.

No necesito demorarme a la espera de que algo cambie, de que algo sea diferente.

Puedo en este mismo instante tomar una nueva decisión.

Un nuevo rumbo en mi mente.

Puedo decidir ver las cosas de otra manera.

Esa decisión inicial a favor del ego no me ha hecho sentir bien, no me ha traído paz o felicidad, en realidad me ha hecho profundamente infeliz.

Mi sentir me muestra que no estoy percibiendo correctamente, y esa es mi motivación para estar decidido a ver algo diferente, para ver las cosas de otra manera.

Esa punzada de ira, que puede manifestarse “desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada”, es la motivación para elegir un nuevo maestro, a Jesús y su sistema de pensamiento.

Para elegir Su visión.

Al estar decidido a ver las cosas de otra manera estoy renunciando a ser mi propio maestro, estoy renunciando a lo que me he enseñado a mí mismo.

Dice Jesús en el Curso:

renuncia ahora a ser tu propio maestro… pues te has enseñado mal.

Primero tenemos que renunciar a ser nuestro propio maestro antes de aceptar a Jesús como maestro porque decir que “sí” a Jesús es decirle que “no” al ego.

La manera de elegir al maestro auténtico es mirar al falso y decirle:

no quiero escucharte más. No tengo porque escucharte más.

Es mirar a todas nuestras historias de victimismo, de abuso, de dolor y sufrimiento, a todas nuestras preocupaciones sean de la índole que sean, a nuestras pesadillas o temores, y decir de corazón, decirlo en serio:

no quiero seguir escuchando esto, no tengo que seguir escuchando esto.

Estoy decidido a ver esta situación “pasada, presente o futura que suscita ira en mí” de otra manera.

Y así es como descansamos en el Espíritu Santo, en Jesús.

No podemos descansar en Jesús, en su amor, junto con el ego, darle la mano a Jesús implica que he soltado la mano del ego.

La forma de practicar esta lección es a través de la búsqueda mental para la que nos estamos entrenando.

Se nos pide que cerremos los ojos y busquemos situaciones pasadas, presentes o futuras que susciten ira en nosotros.

La ira puede manifestarse desde una ligera molestia o malestar, hasta la furia más salvaje.

Esto hace referencia a que no existe una jerarquía de emociones, sólo hay dos emociones: amor o miedo.

Sólo hay dos sistemas de pensamiento, y siempre estamos morando en uno de ellos.

En cualquier momento o bien estoy en el miedo, o bien estoy en el amor.

O bien estoy percibiendo erróneamente, o bien estoy percibiendo correctamente.

O bien estoy de la mano del ego, o bien estoy de la mano de mi maestro interno, de Jesús, del Espíritu Santo.

No hay término medio.

Si estoy en el miedo estaré obteniendo los efectos de haber elegido ese sistema de pensamiento en mi mente, y eso se traducirá en mi experiencia del mundo.

Si estoy en el amor estaré obteniendo los efectos de haber invertido en ese sistema de pensamiento en mi mente, y eso se traducirá en mi experiencia del mundo.

Mi experiencia es el resultado de lo que he elegido ver.

Así que si no me gusta mi experiencia, ahora estamos aprendiendo que hay otra manera de ver, de percibir todo lo que sucede. 🙂

Al hacer la búsqueda de aquellas situaciones para la práctica se nos pide que no pasemos por alto ningún tipo de malestar, por pequeño que sea, porque todo es lo mismo.

También se nos pide que no nos enfoquemos en determinadas situaciones o personas, y les dediquemos más tiempo, porque no hay una jerarquía de ilusiones.

Una ilusión, es una ilusión, una ilusión.

Esto no es lo que el ego piensa, para el ego «si hay una jerarquía de ilusiones”, hay situaciones por ejemplo en las que la ira parece estar más justificada que en otras.

Incluso en algunas situaciones parece estar totalmente justificada.

Pero la ira nunca está justificada, nos recuerda Jesús.

Y creo que todos podemos pensar que lo dice con conocimiento de causa, pues su experiencia extrema en la cruz así lo demuestra. 🙂

La ira es el resultado de la proyección.

Dice el Curso:

Sin proyección no puede haber ira.

La ira, y esto como hemos visto puede manifestarse desde una pequeña molestia que brota cuando alguien te empuja por la calle, hasta el odio que se despierta al ver determinadas imágenes en la televisión de violaciones o asesinatos, nunca tiene como causa lo que la gente hace o dice.

Siempre es el resultado de querer proyectar la responsabilidad acerca de la separación sobre otro.

Dice el Curso:

La ira siempre entraña la proyección de la separación, lo cual tenemos que aceptar en última instancia como nuestra propia responsabilidad en vez de culpar a otros por ello. (T6.In.1:2)

Creemos que lo que experimentamos es debido a algo o a alguien externo a nosotros, que la causa está fuera de nuestra mente.

Que no somos responsables de lo que vemos, y por lo tanto de los que sentimos.

Ahora estamos aprendiendo que esto no es así.

Estamos aprendiendo a ejercer nuestro poder como mentes tomadoras de decisiones.

Mi experiencia es mi decisión.

Si no me gusta como me siento, puedo parar y dar la vuelta.

En este mismo instante puedo elegir una nueva experiencia al elegir un nuevo maestro.

Eso es lo que estamos haciendo, ese es el entrenamiento.

Me equivoqué, me doy cuenta de que mi elección a favor del ego no me ha hecho feliz, y ahora puedo elegir de nuevo.

Mi motivación para elegir de nuevo, para practicar las lecciones, es que quiero ser feliz.

Esta es una de esas lecciones donde se nos pide rellenar los espacios en blanco:

Estoy decidido a ver a ___________________ [nombre de la persona] de otra manera.

Estoy decidido a ver _______________________ [especifica la situación] de otra manera.

Y a ser específicos.

Si es algo concreto a lo que estamos reaccionando, podemos utilizar el siguiente formato:

Estoy decidido a ver [especifica la característica concreta] de [nombre de la persona] de otra manera.

Estoy decidido a ver [especifica la característica concreta de una situación] de otra manera.

Hoy, mientras iba caminando por la calle me di cuenta de que en mi mente estaba pensando en una situación, y no me sentía bien.

Así que observé mis pensamientos y utilicé la lección de hoy recordándome que estaba decidida a ver esa situación, y a todas las personas involucradas, incluida yo misma de otra manera.

Cuando terminé de repetir la idea de hoy, manifestando mi deseo de ver, una sonrisa asomó a mi cara.

Justo en ese momento una chica se cruzó conmigo y vi que en su camiseta llevaba un «smile», ya sabes esa imagen de una cara sonriente.

Un reflejo de mi decisión de elegir ser feliz al aplicar la lección de hoy a la historia que me estaba contando.

De mi decisión de ver esa situción de otra manera.

Podemos elegir ver todo y a todos de otra manera, incluido a nosotros mismos.

Tenemos ese poder.

Y lo ejercemos hoy en los 5 periodos de búsqueda mental que se nos sugiere como entrenamiento.

Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.

Que la quietud del Cielo envuelva hoy tu corazón.

Feliz día. ❤

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