Así me pasé buena parte de la tarde. Jesús me decía con la lección del día: «el perdón me ofrece todo lo que deseo» y yo decía: ¡y un cuerno!

Era consciente de que quería tener razón, aunque ese tener razón no me hacía sentir nada bien.

El ego es pura cabezonería, yo lo llamo como en la película de Paco Martínez Soria: «don erre que erre». Coge un hueso y como el perro no lo suelta. ¿Cansino? No, lo siguiente. ¡Pero como nos gusta revolcarnos en la porquería de vez en cuando!

A eso de la hora de la cena y cuando estaba intentando por décimo quinta vez aquietarme y pedir ayuda sonó el timbre de la puerta. ¿A esas horas? ¿Quien sería? En otro momento igual no hubiese abierto pero ni lo pensé, me levanté y abrí la puerta.

En la puerta estaba uno de mis vecinos para decirme (soy la presidenta de la comunidad. ¡que gran honor! ) que se había quedado a oscuras en su casa, que no tenía luz.

Intentamos arreglar su problema pero no hubo forma de ponernos en contacto con nadie que pudiese venir a ver que sucedía.

Cuando se fue y sabiendo que todo lo que sucede está ahí con un propósito y este es siempre: «para tu beneficio» como nos recuerda la lección 25 del curso, me senté en quietud y pedí guía.

Rápidamente un pensamiento vino a mi mente: la luz ya está aquí.

¡Yo había estado negando la luz durante toda la tarde! ¡Había decidido negar la luz y mantenerme en la oscuridad!

¡No tengo luz, estoy a oscuras!

Entonces no pude evitar reírme.

Recordé la lección con la que llevo trabajando varios días: Todas las cosas (situaciones, acontecimientos, pensamientos…) son ecos de la Voz que habla por Dios.

Esta situación también era un eco de la Voz que habla por Dios que me recordaba que «la luz ya está aquí«.

Pregunté si había algo más que hacer y sentí que no tenía nada más que hacer.

Me notaba más ligera y la tensión en hombros y cuello había desaparecido.

Al cabo de un rato miré por la ventana del patio a la casa del vecino y ¡ya tenía luz!

Todavía ahora al escribirlo me estoy riendo.

Que la quietud del Cielo envuelva hoy tu corazón.

Feliz día. ❤

Mi recomendación de hoy es una película que vi en Netflix este fin de semana, igual la comento en otra entrada. Una película que nos ayuda a comprender la diferencia entre el perdón tal como se entiende en el mundo, que el curso denomina «perdón para destruir» donde se hace real el pecado y luego se «perdona», y el perdón del curso de milagros donde se reconoce que lo único que se perdona son ilusiones y que todos ya estamos salvados.

La volveré a ver con más detenimiento.

Os recuerdo que este mes de junio abrimos un nuevo grupo de EL TALLER DE LOS MILAGROS este JUEVES 14 DE JUNIO. Será probablemente el último grupo hasta septiembre aunque en julio y agosto aquellos que quieran hacerlo podrán hacerlo pero sin fecha fija.

Si te apetece recorrer este camino de los milagros con ayuda entra en el link del taller (más abajo) y cumplimenta el formulario con tus datos.

Y si crees que alguien podría beneficiarse de este trabajo por favor comparte el enlace con ellos. Gracias. 🙂 ❤

Feliz día.