Hace dos fines de semana estaba tranquilamente en casa intentando sobrellevar el calor cuando un pensamiento surgió en mi mente: ¡Vamos a hacer una limpieza en profundidad!
Teniendo en cuenta que casi no respiraba por temor a absorber el bochorno que esos días asolaba casi toda España, la idea de ponerme a sacar cosas, ordenar, tirar y limpiar me apetecía tanto como morirme.
Sin embargo algo se movió en mi interior.
Curiosamente hacía unos meses me había hecho con el libro «La magia del orden» de Marie Kondo, un best seller que ha vendido más de 15 ediciones solo en España. Lo tenía guardado a la espera, supongo, de este momento.
Y me puse a leerlo.
Y me atrapó.
El libro está escrito de manera sencilla y amena, nada de cosas raras, todo puro sentido común.
La autora relata como desde niña le gustaba organizar y como sin saberlo eso se convirtió en su profesión.
La base de su método es muy simple: ante cada cosa pregúntate: «¿Esto me hace feliz?»
La idea es conservar SOLO aquello que realmente te hace feliz. Lo que aporta belleza a tu vida. Nada de guardar las cosas para «por si acaso», o por apego al pasado, o por miedo a necesitarlo en un futuro.
Sencillo: ¿Esto me hace feliz?
Y si no te hace feliz, ¡a la basura!
¿Cuantas cosas en tu vida no te hacen feliz? ¿Cuantas cosas mantienes por miedo o por apego? ¿Te imaginas hacer solo lo que te hace feliz? Parece una utopía, pero no lo es tanto.
¿Qué te impide decir que NO a eso que no te hace feliz? Quizás sea el miedo a perder una identidad personal, una imagen de ti mismo que quieres que los demás vean. Puede ser algo así como si no lo hago no seré buena hija, o buena madre, o buena esposa, o buena amiga, etc.
La cuestión es que cuando hacemos eso que no queremos hacer y que no nos hace felices, normalmente estamos responsabilizando a otra persona de nuestra falta de decisión, de nuestro propio miedo, y a la larga lo guardamos en la lista de «cosas para echar en cara en caso de necesidad«.
¿Te suena esta lista? 😉
Me gusta ordenar y organizar. Me gusta, y mucho, tirar, y dar, hacer espacio y entrar en mi casa y ver todo ordenado y colocado, sin trastos por el medio.
Pero no me dura mucho…
Cuando empecé a poner el práctica el método KonMarie me di cuenta de la cantidad de cosas que tengo, y de lo poco que utilizo. ¿Para que tanta ropa si siempre me pongo lo mismo? ¿De verdad me voy a volver a leer este libro? ¿De verdad necesito tanta crema, tanto gel, tanto bolígrafo y libreta?
En el libro te pide que vayas ordenando por categorias, que empieces por aquello que menos apego tengas: ropa, libros, CD, DVD, komono (que yo llamo «casigalinas» y que son todas esas cosas que llenan los cajones y que no sabemos muy bien que utilidad tienen), joyas, etc. Y que termines con aquellas cosas que tengan un mayor valor sentimental para ti como las fotos y algunos regalos.
Y la práctica es siempre la misma, coges el objeto y te preguntas: «¿Esto me hace feliz?»
Primero desechas, tiras, das, regalas,…y luego guardas y ordenas.
Algo que me gustó de su método es que cuando hay algo que te ha aportado felicidad, pero ya no lo hace te despidas de esa cosas dándole las gracias por los momentos bonitos que te aportó. También con los regalos que alguien te hizo y que nunca utilizaste, su misión era simplemente recibirlo como lo que era, un regalo, ahora ya puedes agradecerle su función y dejarlo ir.
Que difícil es en ocasiones dejar ir…
Dejar ir viejos resentimientos, pero también dejar ir memorias agradables que nos impiden avanzar. Esos recuerdos a los que estamos anclados y que no nos permiten ser libres.
Quizás sea hora de dejarlos ir. Agradecerles la alegría que nos aportaron pero no seguir cargando con ellos.
El pasado ya pasó, no me puede afectar, dice el Curso.
Vivir en el pasado, aunque sea un recuerdo bonito, te impide disfrutar con plenitud del presente.
Vivir una relación o un trabajo comparándolo con aquello que tuviste es un error.
Seguir aferrado a «lo que pudo haber sido y no fue» es vivir en un mundo de ensoñaciones.
Cierra esa etapa, deja atrás el pasado. Agradece aquello que trajo a tu vida pero no te vayas a vivir allí.
Tengo la sensación de que esta organización es una especie de ritual, una forma de cerrar una etapa, de simplificar, de soltar, de ir más ligera.
Me queda mucho camino por delante pero lo estoy disfrutando.
¡Y ya estoy leyendo su segundo libro: La felicidad después del orden!
Estos días pensaba que este método no es muy diferente de lo que el Curso (Un Curso de Milagros) nos propone. Lo que el Curso te propone es una limpieza mental. Que observes tus pensamientos, lo que te dices a ti mismo, lo que dices a los demás, aquellas creencias que mantienes y que te preguntes: ¿Me hace feliz? ¿Mantener este pensamiento me hace feliz? ¿Me hace sentir vivo, alegre, confiado?
Y si no te aporta felicidad, si ese pensamiento no te genera paz, ¡entrégalo! ¡Ponlo en manos de tu maestro interno! ¡Ponlo en el altar de la purificación!
Imagina que tu maestro interno está a tu lado con una bolsa enorme de basura dispuesto a llevarse todo aquello que ya no te sirve. Deposita en esa bolsa cada pensamiento que no te aporte felicidad, cada juicio que emites contra ti mismo o contra lo demás, aquello que has creído era tu identidad, tu visión de ti mismo, tus resentimientos, tus dudas, tu falta de confianza, tus deseos, tus miedos…
Deposita en esa bolsa todo lo que ya no quieres que siga formando parte de tu vida.
Dice el Curso: «Puedo renunciar a todo pensamiento que no sea de suprema felicidad». Mira bien que dice: «puedo renunciar«, luego esa opción está ahí.
Agradece que te haya traído hasta este instante pero déjalo ir, sueltalo como en la canción de Frozen.
Curiosamente esa canción la tengo en mente estos últimos días: ¡Sueltalo!, ¡sueltalo!…
Pues eso, ¡SUELTALO!
Un entorno ordenado, limpio y despejado, lleno de las cosas que te aportan felicidad, que te relajan y te gustan transmite alegría, paz y armonía. Es un entorno en el que quieres estar.
Lo mismo una mente llena de pensamientos verdaderos, una mente que piensa solo pensamientos amorosos, esa mente transmite tranquilidad, confianza y alegría. Es una mente pacífica que inunda de esa paz todo lo que ve.
Y a vosotros, ¿os gusta organizar? ¿Cuantas cosas hay en tu vida que no te hacen feliz? ¿Cuantos pensamientos mantienes que no te aportan felicidad? ¿Cuantas imágenes de ti mismo o de los demás no te dan alegría sino todo lo contrario?
Os dejo que voy a seguir con mi operación limpieza. 🙂
¡Sueltalo!, ¡sueltalo!…
Un abrazo enorme,
PD: Os recuerdo que durante los meses de verano la Escuela seguirá abierta para todos aquellos que se sientan llamados a vivir más libres y en paz. ❤
RETO DE LOS 90 DÍAS: INSPIRACIÓN DIARIA PARA EL PERDÓN, LA PAZ Y LOS MILAGROS (INSCRIPCIONES ABIERTAS). (Haz clic en la imagen para acceder a la información)

PRÓXIMAS FECHAS TALLERES ON-LINE (A DISTANCIA) A TRAVÉS DE LA ESCUELA DE LOS MILAGROS:
TALLER: 25 DÍAS PARA LOS MILAGROS. UNA TRAVESÍA DEL MIEDO AL AMOR. (INSCRIPCIONES ABIERTAS. EL TALLER EMPIEZA EL PRIMER JUEVES DE CADA MES)
(haz click en la imagen para ir a la información)
TALLER: 25 DÍAS PARA LOS MILAGROS EN LAS RELACIONES. APRENDER A AMAR Y SER AMADO. (INSCRIPCIONES ABIERTAS. EL TALLER EMPIEZA EL SEGUNDO JUEVES DE CADA MES)
(haz click en la imagen para ir a la información)
TALLER: 25 DÍAS PARA LOS MILAGROS EN LA VERDADERA ABUNDANCIA. DE LA MENTE MILLONARIA A LA MENTE MILAGROSA. (PRÓXIMAMENTE)
(haz click en la imagen para ir a la información)


¿ME AYUDAS A MANTENER ESTE ESPACIO?
Si algo de lo que has leído te ha ayudado, y/o inspirado, y sientes contribuir a que este espacio siga existiendo puedes hacer un donativo en este enlace. Gracias por adelantado, tu generosidad sirve para que pueda seguir escribiendo y compartiendo de forma gratuita. ❤
5,00 €
Un comentario en “La magia del orden (¡Sueltalo!, ¡sueltalo!) (Libros)”