La belleza del Curso es que no tienes que soltar tu individualidad. Simplemente tienes que observar cuanto no quieres soltarla. Observa cuanto la atesoras. Y mientras aprendes a perdonarte por ello, he ahí la ayuda para deshacerla.

~ Taller Los regalos del ego, Kenneth Wapnick

Estos días ha habido varias situaciones en las que me he sentido injustamente tratada por varias personas. Observando mi mente me di cuenta de cómo me mente fabricaba escenarios en los que imaginaba que esa persona me trataba injustamente. Mi pensamiento era: me está castigando, lo que escondía una creencia en la falta, en que soy errónea, y en el castigo.

En silencio y oración me di cuenta de mi deseo escondido de ser tratada injustamente, de mantener una interpretación de ser víctima, alguien vulnerable. Esa percepción de ataque era como un bumerán que volvía a mi una y otra vez. Entonces una pregunta surgió en mi mente: cual es el propósito de mantener esa percepción? De creer y sostener la creencia en el ataque, el rechazo, el abandono? De seguir creyendo que puedo ser víctima del mundo que veo?

Dice el Curso:

El ego dirige tus sentidos celosamente, para probarte cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del justo castigo, cuán ennegrecido por el pecado y cuán miserable por razón de tu culpabilidad.

Durante estos días he estado atenta a como mi mente rastrea buscando situaciones donde pueda sentirme atacada o tratada injustamente. Por ejemplo está noche mi vecino tenía la televisión encendida y mi mente estaba alerta tratando de escuchar el sonido de la tele con el objetivo de sentirse atacada y justificar de esta forma la ira que está situación sacaba a la superficie. Lo curioso es que en la habitación de al lado tengo un reloj y alguna vez alguien me ha dicho: como puedes dormir con este sonido? Pues perfectamente porque realmente no lo escucho. 😉 O el sonido de los coches en la calle, eso no parece molestarme.

Dice el Curso:

La percepción es la elección de lo que quieres ser, del mundo en el que quieres vivir, y del estado en el que crees que tú mente se encontrará contenta y satisfecha. La percepción elige donde crees que reside tu seguridad, de acuerdo con tu decisión. Te revela lo que eres tal como tu quieres ser. Y siempre es fiel a tu propósito, del que nunca se aparta, y no da el más mínimo testimonio de nada que no esté de acuerdo con el propósito de tu mente. Lo que percibes es parte de lo que tienes como propósito contemplar, pues los medios y el fin no están nunca separados. Y así aprendes que lo que parece tener vida aparte en realidad no tiene vida en absoluto.

Así que, ¿qué es lo que creo ser al sostener esa creencia en que puedo ser tratado injustamente? ¿Cual es el ser (yo) que puede ser tratado injustamente? El cuerpo. ¿Cuál es el mundo en el que quiero vivir al mantener esta percepción? Un mundo de víctimas y verdugos. ¿Cuál es el estado en el mi mente cree que se sentirá contenta y satisfecha? Un estado en el que se satisfacen mis deseos y necesidades personales (aunque estos parezcan satisfacerse la paz nunca dura demasiado porque como nos recuerda el Curso: «no tienes ningún control sobre el mundo que fabricaste (como mente)«.

La buena noticia es que SI tienes control sobre tu mente.

Nuestra responsabilidad no es tratar de arreglar el mundo, mejorar nuestra vida, ser nuestra mejor versión, más bondadosos o amables, mejores personas, eso caerá por su propio peso cuando aceptemos nuestra única responsabilidad que el Curso nos dice que es aceptar la corrección en este instante. Llevar toda percepción de ser tratado injustamente, de ser víctima de las circunstancias o de las personas, ante el altar de la Verdad. Entregar nuestra creencia en que podemos ser abandonados, o rechazados, la creencia en la pérdida, en las amorosas manos de Jesús. Y pedirle que nos convenza de que aquello que creemos no es verdad, que nos envíe testigos de que más allá de la forma, del comportamiento, sólo el amor es real.

Que todos estamos unidos en la Mente Divina en perfecta paz e inocencia. Un solo Ser unido a nuestro Creador. 🙏

Te invito a que observes donde te estás sintiendo tratado injustamente ya se trate de una situación, una persona, la vida o Dios, y a que con honestidad y humildad te preguntes: cual es el propósito que se esconde detrás de este deseo de mantener esta falsa percepción de ser tratado injustamente? Y luego de corazón rinde ese deseo de ser tratado injustamente recordando que tu deseo es la paz, es ser feliz.

PD: Esto también aplica a cuando ves que otro es tratado injustamente (por ejemplo los animales, o los niños). Observa como tu mente dirige tus sentidos por ejemplo al ver el telediario hacia esas situaciones y personas que crees son tratadas injustamente. Cuando compartes la percepción de otras personas que creen ser tratadas injustamente. 😉

Que la quietud del Cielo envuelva hoy tu corazón.

Feliz día. ❤

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